El 4 de Junio de 2006, este desgraciado de Colmenar Viejo se encontró con unos gatitos en su finca y decidió deshacerse de ellos de una manera muy trágica: los iba arrojando por la ventanilla del copiloto de su coche en la carretera de Hoyo de Manzanares.
Pero por suerte los ocupantes del coche que iba detrás cogieron la matrícula del desgraciado y pudieron salvar al único de los gatitos que quedaba con vida en la carretera, pues los otros dos murieron (uno al ser atropellado cuando vio que no había muerto con sólo lanzarlo).
Denunciaron los hechos y se pusieron en contacto con la Asociación Protectora de Animales El Refugio.
Tras dos años, la juez ha dicho que se produjo una acción lesiva "sin justificación alguna, que no fuera el propio placer de hacer sufrir sin otro motivo".
El condenado iba solo en el coche, así que tuvo que arrojar a los gatos con fuerza para que saliesen por la ventanilla derecha. Según El Refugio, esto ha sido determinante para rebatir la versión del acusado, que declaró que "dejó caer" a los animales.
La Asociación El Refugio se hizo cargo del gatito superviviente, Nico, que ha encontrado una familia que ya poseen otra gata adoptada.
Fuente: El País
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