HISTORIA
EDAD ANTIGUA
No se sabe con seguridad que civilización fue la primera en domesticar gatos salvajes. Sin embargo en un estudio que fue publicado en la revista "Science" nos cuentan los investigadores que en unas excavaciones llevadas a cabo en 1992 en Shillourokambos se encontraron restos de un gato entero en una tumba de Chipre, que calculan tiene unos 9000 años. El esqueleto felino se encontraba rodeado de conchas. Tendría unos 8 años cuando murió y morfológicamente era como un gato actual salvaje. Se evidencia entonces el hecho de que el gato debía estar amansado, conviviendo en el hogar.

Los gatos salvajes probablemente comenzaron a asociarse con seres humanos a medida que surgieron las sociedades agrícolas en Asia Occidental, durante principios del periodo neolítico (hace unos 10.000 años).
Al parecer, los gatos se fueron acercando cada vez más a los pueblos en los que había graneros que atraían a numerosos ratones. Según los autores del trabajo, puede que entonces los seres humanos comprendieran que podrían usar a los gatos para reducir el número de roedores que diezmaban sus cosechas.

Todo ello parece demostrar que los egipcios no fueron los primeros en domesticar a los gatos hace 5.000 años, aunque fuera para mezclar sus razas y producir diferentes especies felinas, pero ayudaron a su propagación por el resto del mundo.

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EGIPTO

Los egipcios supieron ver las cualidades de los felinos salvajes, que cazaban roedores y serpientes, para utilizarlas a su favor alejándolos de los graneros. Pero con el tiempo consiguieron adiestrarlos para actividades como la caza.
En varias pinturas murales se puede observar como hay una familia en una barca rodeados de plantas de papiro, un hombre tiene un boomerang que pretende lanzar sobre un ánade. Se ve que el gato coge las presas abatidas y las acerca a la barca. Estas representaciones de dan en todo el Imperio Nuevo.
Entre el 2700 y 1800 a.C., en los Imperios Antiguo y Medio, las mascotas preferidas eran el mono y el perro (los perros y el ganado podían incluso tener nombres individuales).
No obstante a los gatos se les llamaba "myw" y "myt" (gato en masculino y femenino en egipcio respectivamente), que significaba "ver". Es un vocablo onomatopéyico, pues no usaban vocales.
Hay una excepción del nombre de un gato llamado "njm", que significa "dulce".

  • El Culto
Herodoto (484-424 a.C) era un historiador griego que realizó un viaje por Egipto hacia el 450 a.C. y lo relata en el segundo libro de su obra "Historias". Nos narra entre otras, las costumbres de los egipcios sobre el culto a los animales. (Hay que tener en cuenta que estuvo en la Época Tardía, cuando el esplendor de Egipto estaba en decadencia total, muy diferente a los anteriores siglos).

Durante su visita estuvo en la ciudad sagrada de Bubastis al Este del Nilo. Allí se encontraba el "más bello" templo de Egipto según Herodoto. Su acceso era un amplio e impresionante camino como una especie de isla, rodeada por unos anchos canales que alimentaba el Nilo. Sus pareces estaban construidas con bloques de granito rojo y en el recinto central había una enorme estatua de la diosa Bastet rodeada de frondosos árboles.
El faraón Shoshenq I (Sesac en el Ant. Testamento) de la XXII dinastía, fue el primero de los faraones libios y reinó a partir del 935 a.C. Fue quien convirtió Bubastis en su capital y elevó el culto de Bastet como deidad oficial del reino.
Miles de gatos vivían en el templo y eran alimentados y cuidados por los sacerdotes. Cuando morían, se les realizaba el rito de la momificación con todos los honores y eran cremados en el templo.

  • Deidades felinas
Bastet era la diosa de la Luna (de los ciclos lunares y menstruales), de la fertilidad, el placer, la alegría, la dulzura maternal, la música y la danza. Favorecía los nacimientos felices y protegía ala familia. También era símbolo del amor. Fue adorada a partir del siglo X a.C.
Hija y esposa de Ra, dios del Sol, defendió a éste de los ataques de la serpiente Apofis, una deidad del mal.
Era representada con cuerpo de mujer y cabeza de gata, o bien como un gato (a veces cachorros). A veces portaba una Sistrum (instrumento musical) y una égida con cabeza de leona.

El gato mismo, con sus características, había sugerido las razones por las que debía ser adorado: la fama de gran fertilidad de las gatas y su eficacia como madres protectoras las convertía en un buen símbolo de fecundidad y maternidad, y los hábitos nocturnos y crepusculares les asociaban con la luna.

Las mujeres jóvenes casadas sentían una especial devoción por Bastet, que se materializaba en un considerable mercado de amuletos con la imagen del gato tallada en bajorrelieve, que aparentemente servía de amuleto para aumentar la fertilidad. Los gatos también se retrataban en otro tipo de materiales, como oro, marfil, bronce, piedra, madera, yeso y barro.

Para el desarrollo del culto a Bastet, se celebraban días de fiesta en su honor. Los sacerdotes de esta época solían escoger un gato con unas características muy especiales, el cual era adorado y venerado como si de la encarnación de la diosa se tratara. Cada año cuando se acercaba la primavera, solía celebrarse La Fiesta de la Embriaguez, con unas procesiones en las que una imagen de la diosa se sacaba de su recinto y se la transportaba por el Nilo en una barcaza adornada con guirnaldas de flores y alumbradas por antorchas, al tiempo que miles de devotos cantaban todo tipo de alabanzas en su honor. Cuando se llegaba a tierra firme en Bubastis las gentes continuaban cantando y bebiendo, y celebraban unas fiestas orgiásticas que duraban hasta el amanecer, en las que corría el vino en gran cantidad, pretendiendo con ello aplacar la ira de la diosa para que no tomara su aspecto de leona y arremetiera contra los humanos. También se llevaban a cabo muchos sacrificios.

Bastet fue adorada en otras ciudades egipcias, como Heliópolis, Menfis o Leontópolis, difundiéndose su culto más tarde a Italia. Este culto duró hasta finales del siglo IV d.C.


En sus orígenes, Bastet podría haber sido una leona, y así se la representa en su versión colérica, como una mujer con cabeza de leona que recibe el nombre de Sekhmet (la poderosa), y representa la quemadura de los rayos de sol. Es una diosa destructora de los hombres y responsable de las epidemias que se cernían sobre Egipto. Por esta razón, Sekhmet fue elegida como patrona de los médicos.

Fue a partir del siglo X a.C. cuando comienza a representarse como una gata doméstica de carácter hogareño.
Cuenta una leyenda egipcia que, al principio de los tiempos, hubo una revuelta de los hombres contra el poder divino. Ra, para castigarles, envió a la feroz Sekhmet. Pero la leona, sedienta de sangre, pierde el control hasta tal punto que Ra ha de intervenir para que no aniquile a toda la humanidad. Manda fabricar cerveza con zumo de granada y es derramada cerca de donde se halla la diosa, que inmediatamente comienza a beberla sedienta a causa de su delirio sanguinario creyendo que es sangre humana hasta que estuvo demasiado ebria para continuar con la masacre. Pero, sintiéndose humillada, huye de Egipto y se interna en Nubia (parte del actual Sudán). Para restablecer el orden divino es necesario que Sekhmet regrese a Egipto, por lo que Ra envía a Tot con la misión de convencer a la irascible y temible leona. Tot (dios de la escritura y mediador entre los dioses), disfrazado de astuto mono, consigue calmar a Sekhmet y que vuelva a Egipto, para lo cual ésta toma la forma de una gata.

Desde entonces los antiguos egipcios preparan una bebida similar cada año para la festividad de Sekhmet.

Todo este tipo de leyendas tiene una estrecha relación con las crecidas del Nilo, pues éstas venían desde Nubia hacia Egipto (como el viaje de regreso de la diosa). Y además la cerveza roja que calma a la leona es un símil de las aguas del Nilo cuando suben su nivel cargadas del oscuro y nutriente limo. Esta leyenda aparece representada por primera vez en la tumba de Seti I, padre del famoso Ramsés II.

Por tanto, se puede observar que Bastet encarna los aspectos pacíficos de Sejmet. Protege la gestación y los nacimientos, ya que es uno de los ojos de Ra (el que está asociado a la Luna). Por eso a los niños pequeños se les ponía amuletos de Bastet colgados del cuello que les protegía de las enfermedades. Sejmet, sin embargo, era el ojo de Ra asociado al Sol, que representaba las quemaduras solares. A pesar de todo, ambas entran en la categoría de diosas peligrosas, pues sus accesos de ira son tan terribles que hasta el rey de los dioses, Ra, teme permanecer junto a ellas. Es la dualidad del carácter felino, que puede pasar fácilmente del amor más profundo hacia sus hijos a la cólera más enorme por defenderlos contra cualquier ataque externo.

En un capítulo del Libro de los Muertos se pone en boca de Ra las siguientes palabras: «Yo soy el Gran Gato que inauguró el árbol Yeshed en Heliópolis, en aquella noche en que fueron anonadados los enemigos del Dueño de Universo...» 9pt; color: El texto, que pertenece al capítulo XVII del Libro de los Muertos, en cuya viñeta figura el gato divino cortando la cabeza a la serpiente Apofis, se refiere al árbol 'Yeshed', antes traducido como 'persea', hoy como balanytes aegyptiaca. 'Inaugurar' se refiere a la costumbre de escribir el nombre del rey reinante en los frutos de este árbol, como un árbol de la vida genealógico de la realeza. Las creencias egipcias, que consideraban que Ra, el Sol, habiendo inaugurado la realeza, había sido el primero en escribir su nombre en el árbol de Heliópolis, asociaban la figura del gato a este árbol por ser la del "gato divino" una de las formas más frecuentes de este dios.


 
1/04/2007 12:59:00 a. m. Creado por Houseki Gk
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A las martes, mayo 22, 2007 6:23:00 p. m., Anonymous Anónimo

q gracioso s el de la nariz negra
si pudiera tendría la casa llena de gatitos tan ricoos como estos
buena suerte para encontrarles hogar